¿Son los jugadores de Fifas y Fornites 'Gamers' de segunda?

 

    La comunidad del videojuego es muy amplia, casi infinita se podría decir. Mes tras mes salen al mercado muchos juegos y, aunque no todos podemos pasar el tiempo jugando el último indie creado por un ermitaño checoslovaco con un ordenador del 87 y que habla sobre la moralidad corrupta de una distopia ficticia, podemos reconocer el valor de este tipo de obras, así como de otros títulos, unos más pretenciosos y otros menos, mucho menos...

    No obstante, existen ciertos juegos, o mas bien, ciertas comunidades pertenecientes a algunos juegos que son conocidas por su (supuesta) profunda ignorancia, así como por ciertos comportamientos irascibles que todos podemos reconocer fácilmente (supongo que nadie habrá olvidado la mítica serie del enfado de la semana). 

    ¿Jugadores de segunda?

    Usualmente, estas comunidades no suelen participar en los debates 'serios' de los videojuegos. Se les presupone demasiado ocupados creando mansiones de madera en Fornite, buscando al futbolista de moda en los sobres de Fifa o intentando conseguir más 'headshots' que nadie en Call of Duty. Aunque, por otra parte, igual se están divirtiendo y no tienen tiempo para estar en Twitter, no sé yo... 

    El caso es que dichos grupos no solo juegan por jugar (menudo crimen) sino que algunos también fomentan ciertas políticas de algunas empresas que no hacen más que convertir los videojuegos en máquinas tragaperras. Por eso, quizás se les acusa (esa vez igual con más razón que otras) de perjudicar a los usuarios en general. No obstante, al final caemos todos por un lado o por otro, ya que si no te sacan los cuartos con cajas de loot lo harán con ediciones especiales o limitadas (ejem. ejem, Nintendo).

    Si es por eso, todos hemos pecado.

    En mi opinión, creo que es muy fácil criticar a este tipo de público. Muchos suelen ser niños y otros tantos, aunque adultos, no muy inmersos en la actualidad del videojuego. No saben de teraflops ni de RAM  y no les interesa. Es fácil criticar pues, mientras unos juegan partidos de básquet o fútbol americano, otros llevan ya 500 horas en Breath of the Wild. Lo que quiero decir es que una parte de la comunidad no entiende como pueden 'perder' su tiempo jugando a lo mismo cada año mientras se pierden obras maestras (criterio subjetivo) como Ori and the Will of the Wisps, por poner un ejemplo. Entonces, es como si se estuvieran perdiendo una gran parte de lo que los videojuegos pueden llegar a transmitir. A veces intentamos hacer ver a estos jugadores (los de los Fifas y los Cod.) que hay vida más allá de estos juegos, una vida alucinante, llena de variedad y cosas nuevas que pueden hacerte sentir cosas inimaginables. Sin embargo, no ceden. No les importa. No quieren aventurarse. Están conformes, a gusto con lo que juegan. Y nosotros no podemos entenderlo, pero debemos entenderlo.

    Porque ¿Para qué jugamos a videojuegos? ¿Qué buscamos al pulsar el botón de Start? Acaso el objetivo último es obtener una experiencia inmersiva, a través de la cual nos sintamos en la piel de un jedi, la velocidad de un erizo supersónico o la agilidad de un mapache ladrón. Quizás lo que queremos es sentir emociones como la adrenalina, la satisfacción de derrotar a un jefe de salud infinita o similares. Existen miles de razones por las que alguien puede decidir coger un mando ( o un teclado y ratón). No obstante, a veces olvidamos la causa que nos lleva a jugar, y eso que siempre es la misma. Me refiero, indudablemente a la diversión.

    Jugar para divertirse ¿Qué otra cosa si no?

    A veces olvidamos que los videojuegos son un entretenimiento, un pasatiempo. A algunos nos gusta tomarlo de manera más seria que a otros, unos roleamos mientras otros hacen el cabra y algunos juegan Fifa o Call of Duty, y está bien. Hay diferentes maneras de afrontar estos videojuegos (al igual que todos) y todas están bien. Mientras no molestéis a nadie jugad y dejad jugar. Qué más da si te gusta imaginar que eres el mejor jugador de cricket del mundo o si prefieres construir tranquilamente tu casita en Minecraft, si amas la tensión de The Last of Us o si prefieres hacer sudokus en Brain Training. Lo que nos debe interesar, el fin último que debe tener el videojugador, debe ser pasar un buen rato, sin hacer distinciones entre farmear sin fin en el RPG de turno o cultivar unos buenos nabos en Animal Crossing. Mientras sea satisfactorio para el jugador, debe ser, dejad que sea.

    En definitiva, esto trata de gustos. Y para gustos, los colores ¿Verdad? Cada uno tiene sus preferencias, vive sus historias o simplemente mata marcianos con su navecita de tres pixeles. Todas las experiencias merecen ser respetadas porque la sensación que se siente cuando menosprecian tu entretenimiento favorito... Es lo peor. Creo que todos hemos sentido alguna vez ese menosprecio o esa miradita...¿En serio vamos a ser los propios jugadores los que nos repudiemos unos a otros de esta manera? Lo siento, pero por mi parte, al menos, no va a ser así. Todos tenemos derecho a jugar como nos plazca. Sin más pretensiones que disfrutar. Mi despedida, igual. Sin pretensiones. Paz.

¿Qué es lo próximo que quieres jugar?