La humildad de Octopath Traveler - Análisis



    Los juegos tipo RPG son ampliamente conocidos y disfrutados por millones de usuarios, sus historias han marcado las infancias de incontables almas y sus mecánicas nos han absorbido durante semanas o incluso meses, situándonos en frente de una pantalla luminosa, viviendo la más épica de las aventuras, salvando el mundo y haciendo grandes amigos durante nuestros viajes, conociendo personajes que siempre tendrían un lugar en nuestro corazón. Sin embargo, ante la grandilocuencia de las sagas clásicas, Octopath Traveler no se centra en combatir males primigenios, ni en salvar el mundo. Contra los motivos recurrentes de la narrativa típica de dicho género, Octopath Traveler presenta ocho personajes, ocho arcos que se desarrollan en cuatro capítulos independientes entre ellos y que cuentan el viaje de nuestros protagonistas, un viaje humilde en el que cada uno enfrentará su pasado, su presente y su futuro de la manera más humilde posible, para poder cerrar los conflictos que les atañen y continuar con sus vidas.


La nota discordante

    Para que podamos calificar algo o a alguien de humilde primero debemos haber observado o, en este caso, jugado lo contrario: la soberbia. La soberbia, o la aspiración a la grandeza, puede encontrarse en numerosos títulos de corte rolero, esto no es algo malo per se, dichos juegos aspiran alto y son criticados con respecto a ese baremo, se toman en serio a sí mismos y se nota que buscan conectar con el jugador de una manera especial, hacerle saber que lo que está haciendo es importante. De hecho, cuando estos juegos encuentran grandes críticas éstas suelen hacer hincapié en la poca empatía que generan ciertos personajes o lo estúpido del plan maligno del villano. Por tanto, no es solo que el género RPG busque la epicidad, sino que el jugador también la espera y, por supuesto, la exige. Ante un contexto que solo tolera la excelencia, Octopath decide presentar a personajes sencillos, para lo bueno y para lo malo, encontramos: un profesor, una mercader, una vieja gloria retirada, una bailarina, un boticario, un ladrón, una cazadora y una clériga. No obstante, los orígenes de cada uno no son excusa para no contar grandes historias, incluso muchas han comenzado de esta manera solo que, a diferencia de Octopath Traveler, otras acaban con un gran héroe o héroes(y heroínas) realizando grandes hazañas, mientras que en este título la mercader seguirá siendo una simple mercader, pero le habremos acompañado a través de un capítulo de su vida. 

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    Sin embargo, el aspecto narrativo no es el único en el cual Octopath Traveler decide bajar al barro y "mancharse la camiseta" y es que las decisiones de diseño son dignas de mención por su acierto. Al principio su estilo gráfico podría parecer anticuado o incluso tosco, pero nada más lejos de la realidad. Tras un par de paseos por sus ciudades, rutas o mazmorras, el título de Square Enix muestra su mayor virtud, haciendo gala de numerosos efectos luminosos unidos una fabulosa a la par que novedosa combinación del pixel art y el 3D convirtiendo los numerosos paisajes que visitaremos en nuestro viaje en auténticas obras de arte. Casi como cuadros expuestos en un museo, cada nueva zona del juego es aún más bella que la anterior, sin necesidad de resoluciones exuberantes o texturas sacadas de otro mundo Octopath Traveler es capaz de brillar con luz propia en unos escenarios que simulan una obra de teatro los cuales son perfectos para sacar a relucir la interpretación de los actores de doblaje, aspecto que también se encuentra muy bien cuidado. Una vez más, la belleza de lo austero. Precioso.

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Brillando con luz propia

    Como ya mencioné en el párrafo anterior, el doblaje del título es fantástico. En mi caso, lo jugué en japonés y puedo decir que el trabajo hecho ha sido grandioso. En un videojuego donde los personajes apenas tienen margen para expresar con su cara o sus poses corporales, el actor de doblaje cumple un papel crucial para transmitir emociones al jugador. En general, todo el apartado sonoro está muy bien trabajado, al nivel de otras grandes obras y por ello es digno de mención, se merece este alto en el camino dentro de mi ensayo porque dichos apartados no son tan humildes, sino absolutamente grandiosos, no cabe duda de ello, porque resulta que las melodías que incluye Octopath Traveler son realmente memorables y marcan muy bien el tiempo de la acción, saben agitarse cuando hay un combate y calmarse cuando nos encontramos en un pueblo tranquilo entre montañas. Tampoco descuida los grandes momentos, pues la orquesta otorga epicidad a cada palabra de los personajes cuando es necesario, haciendo obligatorio el estremecimiento del jugador ante los emotivos e inspiradores discursos que iremos presenciando a medida que avance la historia. No obstante, el silencio también es un recurso muy importante para Octopath Traveler, sabiendo cuándo callarse para que se oiga claramente el eco tajante del actor en el momento preciso de catarsis final. Por todo ello, no podemos hablar de este título sin mencionar su banda sonora, por el gran trabajo hecho, el cual hace que la propuesta funcione a las mil maravillas.



    Otro aspecto del juego que también funciona a las mis maravillas es el del combate. Conocido de sobra por dos novedosas mecánicas: los impulsos y las debilidades (armas y elementos), Octopath Traveler presenta un combate al estilo de los RPG más clásicos, de nuevo sencillo, lo cual puede ser un punto negativo para muchos usuarios que como yo, no han crecido con los Final Fantasy ni demás juegos alejados del moderno Action RPG, tan de moda estos días. Sin embargo, os animo a darle una oportunidad a la obra de Square Enix, pues su combate me ha parecido tremendamente adictivo. El título cuenta con una jugabilidad circular: ruta-pueblo-mazmorra-jefe. De primeras puede parecer repetitivo, simple o escaso; sin duda lo es, pero para nada podríamos decir que no es entretenido. Como dije, la peleas molan, y la historia es un buen conductor, por lo que aquello que desde el visor de YouTube puede verse lento, tosco y aburrido, desde la pantalla de la Switch (mi lugar favorito para jugar este tipo de títulos) resulta sin duda muy disfrutable y merecedor, al menos, de algo de curiosidad, tanto por jugadores que amen el estilo clásico como aquello que no lo hayan explorado tanto.


Rivales a la altura

    Mucho se ha hablado sobre los jefes de Octopath Traveler, los guardianes de las diferentes mazmorras y jueces de la habilidad del jugador (pues esa es su función). En concreto, estos rivales han sido tachados de enormemente difíciles, algo sobre lo que me gustaría discrepar. Si bien es cierto que los jefes de Octopath Traveler son grandes desafíos, tanto la prensa como el público en general han sobreestimado (en mi opinión) la dificultad de estos enemigos. Como digo, cada uno de ellos te plantea un reto bastante serio consistente en romper su guardia descubriendo y explotando sus debilidades. De esta forma, cada combate se trata como un puzle determinado en muchas ocasiones por los recursos que has elegido como jugador (personajes y trabajos), así como de tu habilidad para averiguar los ya mencionados puntos flacos, una vez diseñada una estrategia para romper la guardia del jefe, será cuestión de aguante acabar con ellos. Además, por la manera la que vamos afrontando capítulo a capítulo, será muy normal llegar a muchos de estos jefes sobreleveados, lo cual equilibra aún más las cosas. Como digo, no son un paseo de rosas, pero tampoco son ni mucho menos imposibles, tal y como se ha estado divulgando durante bastante tiempo.

    Por otro lado, hay algo en la esencia de estos jefes que los hacen muy especiales y me provoca amarlos. Resulta que dichos enemigos mantienen en su mayoría el perfil bajo (que no mediocre) que caracteriza a este videojuego, casi nunca nos enfrentaremos a monstruos del averno o magos poderosos, sino que cruzaremos espadazos con ladrones, nobles, guardias, y algunas bestias. Es decir, deberemos luchar contra jefes mundanos, seres que se cruzarán en el camino de nuestros personajes y que deberemos enfrentar "de tú a tú". Esto, desde mi punto de vista, es un gran punto que hace destacar aún más el diseño argumental, mecánico y artístico de Octopath Traveler y lo diferencia de otros juegos del estilo.

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La puerta de Finis

    A pesar de todo lo comentado anteriormente y con el riesgo de cargarme mi argumento sobre la humildad, debemos hablar de una especie de capítulo final con el que cuenta Octopath Traveler donde sí que se combate un tipo de enemigo más típico en esta clase de juegos de rol. Esta mazmorra final, aunque enfocada con gran epicidad, a mi no me parece otra cosa que ridícula, secundaria y mal planteada. El caso es que para poder desbloquear este acto final es necesario hablar con un par de NPCS y acudir a un lugar específico para, posteriormente, realizar una boss rush y enfrentarse finalmente al enemigo final. Sinceramente, esperaba con ganas la existencia de una historia final que aunara a todos los personajes o algo por el estilo, pero lo que resultó finalmente no me gustó para nada. Además, te recomiendan ir a nivel 99 para poder pasar la misión, lo cual me parece alucinante. Lo siento, pero no me apetece hacer ese esfuerzo por algo que está tan escondido y parece tan olvidable. Por ello, cunado hablo de Octopath Traveler no tengo en cuenta esta sección, es cierto que durante las ocho historias puedes ir descubriendo pistas sobre algo más grande que está de fondo y que se representa en este capítulo, pero, como digo, el que consista en vencer un jefe tras otro y luego al gran "jefe final" y que sea necesario un farmeo tan grande para ello me produce gran rechazo. Además, como dije, está planteado como una misión bastante secundaria, casi como secreto aislado. Por todo esto considero que este capítulo oculto no cambia la sencillez y pureza con la que está construido todo el resto del juego

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Conclusión: una cura de humildad para el RPG clásico

    En definitiva, Octopath Traveler nos presenta las historias de ocho personajes, siguiendo cada su propio camino y enfrentando su destino, teniendo para ello que derrotar a aquellos que se interpongan en su camino, desde asesinos hasta bestias del bosque, pasando por terratenientes o académicos corruptos. En cualquier caso, encontramos a un título que brilla por su jugabilidad y enamora por su apartado artístico (gráfico y sonoro). Aunque, sin duda, lo que más destaca de la obra de Square Enix es lo mundano de los temas que trata en comparación con otros RPG de corte clásico, como pueden ser la búsqueda de conocimiento, aprender un oficio, encontrar el sentido de la vida, o simplemente intentar ayudar al prójimo, entre otros. Sin duda es una auténtica que joya la cual no debe asustar por su corte clásico, pues acaba resultando en una experiencia realmente divertida.


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Comentarios

  1. La verdad es que en su tiempo cuando jugué la demo, me molo, lo compre y lo tengo por ahí apartado sin tocarlo tan siquiera, más que nada por las cosas malas que he ido leyendo del juego a lo largo del tiempo, si no, yo creo que lo hubiese completado mucho antes... Igualmente su concepción de personajes y apartada de la épica, me parece algo que destilan otras franquicias como SaGa y que son muy interesantes, una vez hemos visto los referentes y venimos con otros ojos, por lo que estoy esperando el momento a que las ganas me acompañen para darle al juego, como me pasa con los bravelys.

    En fin, gran post, un saludo ^^

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    1. ¡Gracias por el comentario! Nunca he jugado SaGa, pero le echaré un vistazo jeje. Respecto al juego, si ya lo tienes lo bueno es que por la estructura que plantea se puede jugar poco a poco en sesiones de una hora y así ir avanzando tranquilamente, te animo a que lo pruebes de esa manera para ver si te termina por enganchar o no.

      Saludos ^-^

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